viernes, 17 de julio de 2009

HOGAR "BERNARDINO RIVADAVIA" - FILANTROPIA MASONICA EN ACCION


SON 100 AÑOS

Se cumplieron el pasado día 12 de julio de 2006. El Hogar “Bernardino Rivadavia” ya es una institución centenaria.


Si hacemos un poco de historia, aunque resumida, podemos decir que “en el 14 de setiembre de 1905 el Sr. Guillermo Martín Cordés (1872-1929) presenta un proyecto para la creación de un Orfelinato Masónico destinado a albergar en un ambiente higiénico y moral, niños de ambos sexos que además recibirán una educación esmerada...” según rezan los escritos de la época.
Esta iniciativa se basó debido al prematuro fallecimiento de muchos ciudadanos durante los meses de desarrollo de la epidemia de fiebre amarilla. La idea era atender y aliviar el dolor de tantos chicos que quedaron huérfanos.

El 12 de julio de 1906 se aprueba el proyecto. El 15 de octubre del mismo año se crea una Comisión Organizadora. La misma es presidida por el Coronel Luis María Arzac (1851-1913). Se sentaron las bases con la preparación de un reglamento, estudios presupuestarios y -hasta poder organizar una residencia adecuada- se otorgarían subsidios o becas. Luego hubo cambios de presidentes de la flamante comisión. Se propuso que la entidad obtuviera la Personería Jurídica.
El 8 de setiembre de 1914 un grupo de damas constituye una entidad auxiliar a la labor de la entidad. El año 1915 fue rico en realizaciones y éxitos. 30 niños asilados dan razón de ser a la Institución. Hubo un gran apoyo moral y lo constituía, para los propiciadores de la idea, la amplia difusión que los diarios La Prensa, La Nación, La Vanguardia, La Argentina, The Standard, Le Courrier de la Plata y The Buenos Aires Herald daban a todos los actos y actividades de la Institución.


Se inician los trabajos para la adquisición de un predio. La campaña se desarrolló bajo un lema de Domingo Faustino Sarmiento: “Solo cuando una grande aspiración social se convierte en manía, se logra hacerla hecho, institución, conquista”.


Las actividades venían desarrollándose en Capital Federal en una casa ubicada en la calle Fitz Roy 2455. La Comisión Directiva que se encontraba en funciones el 27 de agosto de 1920 firma el boleto de compra de la denominada Quinta Gavarone en la ciudad de Banfield. Dicha quinta abarca una extensión de 11.480 m2 y estaba poblada de hermosa arboleda aunque el edifico existente se hallaba en mal estado por lo que, ni bien se tomó posesión, se iniciaron los trabajos de refacción. Mientras se realizaban estos trabajos ocurrió un sismo que afectó a Mendoza. Ante este suceso las autoridades de la entidad ofrecieron a la comisión Pro Auxilio de las Víctimas la posibilidad de albergar niños en Banfield, ofrecimiento que se agradeció aunque no se hizo uso.

El 25 de marzo de 1921 se procede a la inauguración de la nueva casa con la presencia de autoridades nacionales, provinciales, municipales e invitados especiales.


El 5 de noviembre de 1929 falleció Guillermo Martín Cordés, iniciador e incansable sostén de la idea. Estuvo dedicado a la entidad 23 años. En una asamblea en 1938 se modificaron los estatutos adoptándose el nombre de Hogar “Bernardino Rivadavia”. La modificación fue aprobada el 10 de enero de 1939 por decreto del Presidente de la Nación Dr. Roberto Ortiz. Dichos estatutos rigieron a la institución durante una década, siendo nuevamente modificados el 27 de junio de 1949. Esa nueva modificación fue aprobada el 30 de setiembre por decreto del entonces Presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón.


El edificio de Banfield ya no satisfacía las necesidades del Hogar por lo que se acordó edificar en el terreno de Máximo Paz instalaciones más modernas. El 7 de noviembre de 1953 se coloca la piedra fundamental del actual edificio donde dos años después se concentra la labor en un predio propio de 16 hectáreas, con aproximadamente 1200 m2 de edificación construida, más galpones, taller, quincho, gallineros y demás instalaciones.


En 1967 se funda la Biblioteca Pública. Por entonces un diario decía”... hace poco inauguraron una biblioteca pública. El pueblo no tendrá asfalto, ni pavimento, ni aguas corrientes, pero tiene una biblioteca...”. Este episodio pasó casi en silencio pero fue por eso que Clarín decidió dar a publicidad lo que “representa esta obra”, decía en su edición del 11 de diciembre de 1967. Además agregaba: “como Máximo Paz no tiene farmacia, la misma institución ha dispuesto adquirir medicamentos y facilitárselos a quien los necesite gratuitamente”.


En el Hogar llegaron a alojarse hasta 40 niños y jóvenes varones de 6 a 21 años derivados por Jueces de Menores con intervención y Control del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y la Secretaría de Minoridad de la Provincia de Buenos Aires quienes realizaban periódicas visitas de supervisión. Ellos vivían en un régimen de puertas abiertas. Concurrían a las escuelas de la localidad o realizaban cursos de capacitación en formación profesional.


Hablamos en tiempo pasado, porque la modalidad asistencial cesó en agosto de 2005, donde la institución debió cerrar esta etapa por cuestiones principalmente financieras.


La entidad recibió los 100 años con nuevo empuje y muchas ideas. Una de ellas fue el Centro de Promoción Educativa Bernardino Rivadavia (en una tarea conjunta con el Municipio de Cañuelas), que funcionó de lunes a viernes (por la mañana y por la tarde), a contra turno de las EPB, brindando un marco de contención y asistencia. La idea era que los chicos puedan pensar, divertirse, aprender y compartir un desayuno o merienda.


En la actualidad el Centro de Promoción Educativa Bernardino Rivadavia se ha transformado en los Talleres Educativos y Recreativos Del Carmen. Esta modalidad nace a partir de una nueva gestión en la comuna con menos cantidad de horas pero buscando los mismos objetivos.
Además se lleva adelante un curso de computación abierto a la población en general y se encuentran en carpeta varios proyectos que apuntan al servicio a la comunidad.


No podemos dejar de mencionar el Proyecto “Ludoteca Comunitaria” que se encuentra en plena etapa de desarrollo, nacido por la inquietud de un grupo de madres guiadas por la Lic. María Rosa Estévez. A través del mismo se apunta a niños y jóvenes con distintas actividades lúdicas y recreativas con espacios de juegos y talleres, siendo estos últimos extensivos a sus familias. Desde aquí se busca la creación de esta experiencia en todos los barrios de la localidad que serán supervisados por la sede central ubicada en nuestra Institución.

Así como ocurre con estas actividades, el edificio se encuentra a disposición de las inquietudes de la comunidad con la idea de acompañar todas aquellas realizaciones positivas que hagan al bien común.


Es mucho lo que se puede decir en 100 años de historia. Esto en un pequeño reflejo de lo acontecido, aunque repetimos, ha sido mucho en todo este tiempo.


(Colaboración del Querido Hermano J. H.)

lunes, 13 de julio de 2009

TRASCENDENCIA HISTORICA DE LA LOGIA "CONSTANTE UNION" Nº 23


Si consultamos el diccionario, veremos que la Logia es el lugar donde se reúnen los masones. Tambien se llaman logias, para la arquitectura, las galerías abiertas a un patio, como en el frente e interior de la Casa de Gobierno de Corrientes (obra, dicho sea de paso, proyectada por un masón de esta Logia: el Ingeniero Juan Col).


La Constante Unión, de acuerdo a la tradición se fundó el 12 de agosto de 1834, por quien tres años después sería gobernador de Corrientes, y moriría en Pago Largo en 1839, el Coronel Genaro Berón de Astrada a quien acompañaban el Coronel Angel Maria Nuñez y otras destacadas personalidades políticas y militares de la provincia, entre las que se estima podría haber estado Don Pedro Ferré.


Si bien no se conservan registros de aquella época, ciertos testimonios citados por el historiador masónico Alcibíades Lappas muestran que -desaparecido Berón de Astrada (quien habría sido su primer Venerable Maestro o Presidente)- la Logia fue reorganizada en 1841. Esta Logia, a lo largo de su trayectoria participó activamente por la acción de sus integrantes en la vida social, política e institucional de la provincia. Tuvo épocas de gran desarrollo y otras de cierta decadencia, pero a pesar de los altibajos que sufrió, se mantiene hasta nuestros días practicando las normas por las que rige su acción.


La igualdad, la libertad, la fraternidad, la filantropía,la ciencia, la justicia y el trabajo, entre otras, son banderas que nunca fueron arriadas por los masones correntinos; entre ellos figuraron gobernadores, líderes políticos, prestigiosos educadores, militares destacados, comerciantes e industriales, médicos, obreros y periodistas, es decir toda la gama de aquellos que llevan adelante el progreso humano.


Aparecen así nombres vinculados a la historia correntina, a sus instituciones y a sus emprendimientos: Juan Gregorio Pujol, José Maria Paz, José Hernandez, Isidro Odena, Juan Ramon Vidal, José Lopez Somoza (fundador del Ingenio Primer Correntino), Adolfo Contte, varios de los “Héroes Civiles” de Corrientes, entre los que se destacan José Maria Mendía y Javier Puig de Mazza (médicos caídos durante la epidemia de fiebre amarilla de 1871), Santiago Baibiene (militar, político e industrial), Manuel Vicente Figuerero (docente e historiador), Publio Escobar (destacado docente), Valentin Virasoro, Elias Abad, el citado Juan Col y muchos otros cuya nómina seria muy largo de enumerar.

A continuación, veremos una perspectiva general del papel que le cupo a la Augusta y Respetable Logia Constante Unión No.23 (tal su denominación completa) durante la mayor parte de sus 175 años en Corrientes, señalando a grandes rasgos algunas características generales de la actividad masónica en nuestro medio, y su impronta en la sociedad correntina, cuya influencia llegó a las provincias vecinas, como el Chaco por caso, y hasta el Paraguay.

Entre los años 1837 (mandato de Beron de Astrada) y 1931 (revolución radical del Tte.Cnel. Gregorio Pomar) rigieron el destino de Corrientes por lo menos veinte masones incluyendo gobernadores legales, de facto e interventores federales; asimismo el Dr. Ricardo Harvey en un trabajo referido al tema, detalla ocho Senadores Nacionales entre 1880/1946 y veintisiete Diputados Nacionales entre 1860/1914 “de filiación masónica”. También miembros de la Orden ocuparon cargos en la Legislatura provincial y en la Municipalidad de la capital, la mayoría de los cuales perteneció a la Logia Constante Unión, como iniciados o miembros honorarios.

Reorganizada en 1858 sufrió los ataques del clero local, de tal manera virulentos, que la Logia debió suspender sus actividades al año siguiente. Interesante documentación de sus archivos refleja lo ocurrido. Con la Guerra del Paraguay llegaron militares masones a Corrientes y se logró la reapertura del Taller en 1867, figurando entre sus miembros José Hernández, autor del Martin Fierro. Para la anécdota: cuando fallece en Corrientes el Dr. Santiago Derqui, que había sido Presidente de la Confederacion y masón de nota, se suscita un conflicto con la Iglesia correntina que no quería permitir su entierro en el cementerio católico; le cupo a José Hernandez lograr su inhumación mediante arduas tratativas que incluyeron al gobierno nacional. Paradojalmente, los restos de Derqui descansan hoy en una urna, en la Iglesia de la Cruz.


A lo largo del tiempo se producirían hechos semejantes; hay Actas donde se consigna que al no permitirse el entierro de protestantes en el cementerio público, los masones los enterraron junto a sus propios muertos, en propiedades privadas, hasta que tuvieron los protestantes su propio enterratorio. Otro hecho digno de destacar es la permanente preocupación de la Logia para ayudar a los necesitados: finalizada la Guerra del Paraguay, concurrió con auxilios a ese país, organizó la Comision de Damas de Caridad para asistir a los heridos,integrada por esposas e hijas de masones; cuando un terremoto azotó a La Rioja, se remitió un aporte pecuniario; años después hizo lo mismo ante un desastre similar en el Perú. En la contemporaneidad, y en épocas no tan lejanas concurrió tambien en auxilio de los afectados por las inundaciones en ciudades correntinas; envió contribuciones para los soldados argentinos en la guerra de Malvinas e inscribió a sus miembros como donantes voluntarios de sangre.


En general, leyendo las Actas y la correspondencia archivada puede apreciarse la ayuda brindada a lo largo del tiempo a pobres, viudas, huérfanos, presos en la cárcel, indigentes, desamparados e instituciones benéficas: cuando en Corrientes se crean el Asilo de Huérfanos y el Asilo de Mendigos (hoy Hogar de Ancianos por la calle Buenos Aires) – década de 1880 –la Logia Constante Unión efectúa importantes aportes pecuniarios a cada uno de ellos. En 1894, se funda la Sociedad Filantrópica Constante Unión, que como su nombre lo indica iene como objetivo canalizar la ayuda que la Logia brinda.


Volviendo un poco atrás, cuando en 1871 se produjo la epidemia de fiebre amarilla ya mencionada, además de los médicos citados, Mendía y Puig de Mazza, otros masones de la Logia Constante Unión trabajaron también abnegadamente para aliviar el dolor de sus semejantes -en total el Taller sufrió ocho bajas-, casi todos forman parte de la nómina de “Héroes Civiles de Corrientes” como los llamó la gratitud pública, homenajeados en 1931 por un Decreto Municipal, y cuyo recuerdo hoy perdura en el nombre de una calle, sendos pabellones del Hospital Vidal y en el monumento erigido en la Plaza de la Cruz, sitios todos ellos de la capital correntina.


Hubieron otros campos, como la economía, la salud, la educación, la justicia, etc. donde los obreros de la Logia Constante Unión tuvieron preponderante rol. Su enumeración sería muy extensa, pero nos remitimos a los nombres citados al comienzo.

Para finalizar: la Augusta y Respetable Logia Constante Unión No.23 de Corrientes, fue también en estos 175 años, “Madre de Logias”, como la llamó un autor contemporáneo, (Maestro Mason de ella), pues de su iniciativa o apoyo salieron los fundadores de las Logias:


- Fraternidad No. 29, de Goya
- Union Paraguaya No.30, de Asunción.
- Estrella de Misiones No.41 de Paso de los Libres.
- Isla del Cerrito
- Bello Hiram No.124 de Bella Vista.
- Humanidad No.129, de Empedrado.
- General San Martin No.328, de Resistencia, Chaco.
- Estrella del Chaco No.334, de Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco)

La Constante Unión ha sobrevivido a todas ellas. En su Taller tuvieron y tienen cabida hombres de todos los estamentos de la sociedad correntina, e incluso foráneos: miembros de familias patricias, obreros, empresarios, militares y profesionales como ha quedado dicho. Los unió siempre, y los une todavía el ideal de Libertad, Igualdad, Fraternidad y el lema Ciencia, Justicia y Trabajo.

En el valle de Corrientes, a 9 dias del mes de julio de 2009 ( e:. v:.), aniversario de la Declaracion de la Independencia Argentina. S:.F:.U:. y A L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.





Colaboración del Querido Hermano F. R.